Teorema, teorema, teorema… nunca te entiendo, y lo que entendía, te escribía, y te quería…
De nuevo la pregunta obligada, ¿Qué fue lo que nos paso?, aunque aquí encuentro una variable, con delicado rostro y astral mirada, la forma en la cual miraste el pasto, la manera en la cual las estrellas, formaban algo que no pude descifrar…
Tal vez querían transformar los hechos y las situaciones, trastocar el pasado y modificar tu futuro, el cual no contenía versos de mi pensamiento…el camino que debemos de recorrer…
La diosa se fundió entre algodón y piel amigablemente rasposa, en una misma noche se entregaron los tributos, en los que esperabas recompensa…
Se fundió junto con ella, se fundió en el fondo del vaso y jamás regresara…
Todo aquello que siempre quería, y que soñaba el lobo, la liebre lo transformo, y con solo unas horas basto para que el edificio se derrumbara, pasaron unos meses tal vez solo fue uno o quizá solo pocas las ocasiones, en el que el resplandor de la luna tenia esperanza de volver a brillar como antes lo había hecho para el iris de mi mente…
Ahora, solitario, pero con la fuerza necesaria, el astro nocturno vuelve y no busca venganza, solo quiere que lo observe, y aprenda de el.
Aprender a….
Una vez más el cuervo ha sido atacado, y la serpiente ha renacido, para no volver a volar de tal manera, lo terrenal no la satisface, pero busca métodos para poder ascender de nuevo, y en ese proceso… no estás tú.
06 marzo 2010
“Molko Astronauta” (L,V y N)Txt 5
Es curioso y gracioso cuando recordamos lo que hacíamos, queríamos, soñábamos y deseábamos ser cuando éramos niños.
Hay muchas cosas que cuando crecemos se nos hacen tan simples, incluso estúpidas, pero cuando somos pequeños, son tan necesarias, que hasta parece que sin ellas no podríamos vivir.
Un ejemplo, el mas claro, si es que no me equivoco, son los juguetes; se nos hacen tan necesarios, aunque después de dos días de jugar con un juguete nuevo, empezamos a experimentar con el, lo quemamos, vemos que rebota mas, si la pelota o el nuevo carrito que les costo una buena lana a nuestro padres, lo “ahogamos” etc...
Hay que recordar un poco la infancia donde era mas importante, quien tenia mas tazos, que a comparación de nuestros días de juventud, a ver quien tiene mas dinero o es mas popular, o es el mas cabron(a), quien se liga a mas personas, quien folla con mas weyes/viejas…
Interesante la diferencia de mochilas; cuando antes era mejor que trajera muchos adornos y mas cierres, era presumirle a los demás chavos que tu poseías la foto mas grande de Goku o de Barbie en tu mochila… te sentías el dios de las mochilas.
Mientras tanto en estos tiempos de loka juventud… si traes una foto inmensa de alguno de los personajes de caricatura (que no son de moda) en tu mochila, eres un perfecto imbécil niñito hijo de mami…”osea, que sientes wey”
Que cuando te mandaban con diez pesos a la escuela te sentías un magnate adinerado hasta el cuello, pero oh desilusión creces y te das cuenta que con diez pesos no te alcanza ni para una caguama.
Que cuando éramos niños, las niñas nos parecían monstruos pegajosos olor a fresa, y que ahora es algo inevitablemente necesario en nuestras vidas.
Ellas pensaban que éramos pequeños cavernícolas estúpidos que no sabían más que pelearse y correr detrás de un balón, y que ahora aunque algunos lo siguen haciendo… ellas los aman.
Que la escuela era odiosa, que eran seis horas de lo mas aburrido y que recién entrabas ya deseabas salir corriendo a tu casa, prender la tele y echarte toda la tarde viendo programas, y que ahora es la escapatoria de las broncas en casa del trabajo y otros tantos, pasarla bien con los amigos y compañeros de la escuela, en fin, es el aliviane social.
Que podías estar lo mas mugroso posible y no te preocupabas por ello…
Si apestas; ahora te discriminan…
Que niñas y niños jugaban cualquier cosa, niñas, luchitas, carros y los niños a la comidita, con pequeñas muñecas “Pocket”, etc.…todo era común y sin importancia de género.
Hasta que las niñas conocieron las revistas, las series estúpidas de televisión, la mala música, y los cosméticos, y los niños conocieron el futbol, el chupe y las mujeres.
Solo algunas veces prefiero volver a ser niño… y sentir que lo que más me importa, es completar mi álbum de estampas…
Extraño al pequeño que se divertía horas moviendo a “Mario”…
Al que no le importaba la apariencia física…
Al que no le importaba lo que pensaran sobre el, lo único que le importaba era…”querrá jugar conmigo”?
Lo único que queda por hacer…
Es vivir la vida de adolescente como un niño pequeño…
Que vivan los bigotes de refresco de naranja, y las rodillas sucias.
Y aun así y con todos los contras, la adolescencia es la época mas de poca madre en toda nuestra vida…
Hay muchas cosas que cuando crecemos se nos hacen tan simples, incluso estúpidas, pero cuando somos pequeños, son tan necesarias, que hasta parece que sin ellas no podríamos vivir.
Un ejemplo, el mas claro, si es que no me equivoco, son los juguetes; se nos hacen tan necesarios, aunque después de dos días de jugar con un juguete nuevo, empezamos a experimentar con el, lo quemamos, vemos que rebota mas, si la pelota o el nuevo carrito que les costo una buena lana a nuestro padres, lo “ahogamos” etc...
Hay que recordar un poco la infancia donde era mas importante, quien tenia mas tazos, que a comparación de nuestros días de juventud, a ver quien tiene mas dinero o es mas popular, o es el mas cabron(a), quien se liga a mas personas, quien folla con mas weyes/viejas…
Interesante la diferencia de mochilas; cuando antes era mejor que trajera muchos adornos y mas cierres, era presumirle a los demás chavos que tu poseías la foto mas grande de Goku o de Barbie en tu mochila… te sentías el dios de las mochilas.
Mientras tanto en estos tiempos de loka juventud… si traes una foto inmensa de alguno de los personajes de caricatura (que no son de moda) en tu mochila, eres un perfecto imbécil niñito hijo de mami…”osea, que sientes wey”
Que cuando te mandaban con diez pesos a la escuela te sentías un magnate adinerado hasta el cuello, pero oh desilusión creces y te das cuenta que con diez pesos no te alcanza ni para una caguama.
Que cuando éramos niños, las niñas nos parecían monstruos pegajosos olor a fresa, y que ahora es algo inevitablemente necesario en nuestras vidas.
Ellas pensaban que éramos pequeños cavernícolas estúpidos que no sabían más que pelearse y correr detrás de un balón, y que ahora aunque algunos lo siguen haciendo… ellas los aman.
Que la escuela era odiosa, que eran seis horas de lo mas aburrido y que recién entrabas ya deseabas salir corriendo a tu casa, prender la tele y echarte toda la tarde viendo programas, y que ahora es la escapatoria de las broncas en casa del trabajo y otros tantos, pasarla bien con los amigos y compañeros de la escuela, en fin, es el aliviane social.
Que podías estar lo mas mugroso posible y no te preocupabas por ello…
Si apestas; ahora te discriminan…
Que niñas y niños jugaban cualquier cosa, niñas, luchitas, carros y los niños a la comidita, con pequeñas muñecas “Pocket”, etc.…todo era común y sin importancia de género.
Hasta que las niñas conocieron las revistas, las series estúpidas de televisión, la mala música, y los cosméticos, y los niños conocieron el futbol, el chupe y las mujeres.
Solo algunas veces prefiero volver a ser niño… y sentir que lo que más me importa, es completar mi álbum de estampas…
Extraño al pequeño que se divertía horas moviendo a “Mario”…
Al que no le importaba la apariencia física…
Al que no le importaba lo que pensaran sobre el, lo único que le importaba era…”querrá jugar conmigo”?
Lo único que queda por hacer…
Es vivir la vida de adolescente como un niño pequeño…
Que vivan los bigotes de refresco de naranja, y las rodillas sucias.
Y aun así y con todos los contras, la adolescencia es la época mas de poca madre en toda nuestra vida…
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